HDAD. DE SETEFILLA


VIRGEN DE SETEFILLA

BREVE HISTORIA SOBRE EL CULTO A
NUESTRA SEÑORA DE SETEFILLA



Referente al pasado y antigüedad de nuestra Señora, podemos decir que su origen data de la Edad Media, una aportación fundamental ha sido demostrar documentalmente la importancia que la iglesia de Nuestra Señora Santa María de Setefilla, actual Santuario, tuvo en la región que los castellanos, tras la conquista cristiana, llamaron Septefilas o Sietefilas, que comprendía las villas y castillos de Setefilla y Lora, más los castillos o lugares de Algarín, Almenara, Peñaflor, Malapiel, y Alcolea, es decir, los actuales términos municipales de Lora, Peñaflor y Alcolea.

Terrenos donados definitivamente en 1249 por el rey Fernando III a la Orden Militar del Hospital de San Juan de Jerusalén por la participación de dicha orden en la ganancia del valle del Guadalquivir y convertida en una Bailía por los Sanjuanistas, cuyo primer centro religioso fue precisamente dicha iglesia.

            Esta iglesia de Santa María de Setefilla, documentada ya en 1280, fue dedicada al Misterio de la Encarnación de Nuestro Señor Jesucristo, patente en una pintura mural que existía fuera de la iglesia en uno de sus pórticos, (recientemente recuperada por la Hermandad en un bello retablo de azulejería).

 En ella se daba culto a una imagen de nuestra Señora con un niño Jesús en sus brazos, colocada en el lugar principal del altar mayor, en un tabernáculo de madera, con un tapiz que representaba a los Evangelistas a sus espaldas. La advocación apuntaba a la festividad de la Encarnación, gracias a la acción militar del prior hospitalario, la región de Setefilla acabó siendo cristiana, hecho acaecido como puede deducirse de la primera crónica general, el 25 de marzo de 1247, día que la Santa Madre Iglesia, celebra el bello y sublime Misterio de la Encarnación.


            Por lo que se refiere a nuestra Señora, era de tipo Mater Admirábilis, sentada en un castillete, con el niño Jesús en su regazo mostrándolo al pueblo, provista de calzado negro y terminado en punta, cabellos dorados, manto pintado de azul salpicado de estrellas y guardilla de oro, con túnica color grana, si nos lo imaginamos el traje típico de las galileas. Posteriormente en la primera mitad del siglo XVI se produjo una transformación en la Imagen de Nuestra Señora, que aparece ya vestida en 1550 con una saya de paño verde con dos verdugos de terciopelo negro que ocultó su línea escultórica anteriormente expuesta, camisa negra labrada y corona de azófar, así como el Niño, con un pequeño sayo de damasco de color rojo y coronado con otra corona de azófar.

 

 

CULTOS EN HONOR A MARIA SANTISIMA DE SETEFILLA

 

8 DE SEPTIEMBRE


            La fecha más importante de todas las que se dedican a la Santísima Virgen de Setefilla, es el día ocho de Septiembre Fiesta de la Sacrosanta Natividad de la Virgen y día litúrgico propio de Nuestra Señora de Setefilla.

            En este día, tiene lugar la tradicional Romería al Santuario de Nuestra Amantísima Patrona, al que desde primeras horas de la madrugada van llegando los romeros cubiertos con el tradicional pañuelo a la cabeza, partiendo unos a pie, por los distintos caminos, como son el que aquí llamamos “EL CAMINO DE LA VIRGEN que a través de campos y sembrados une nuestro pueblo con la Ermita tras dos leguas de camino, (11 Km.)  y la carretera que va de Lora a la Puebla de los Infantes; otros en caballerías; otros en carrozas bellamente engalanadas, y otros tantos en autocares y vehículos particulares.

Al culminar la subida a la MESA DE SETEFILLA, por una sinuosa cuesta que aquí llamamos  ESCALERETAS, por lo empinado de la misma, los romeros se van agolpando en la puerta de entrada lateral de la Ermita, que será abierta a las ocho de la mañana, la cual traspasarán como una avalancha para poder coger un sitio en los varales de las ANDAS de la Virgen.



Así permanecerán cogidos a sus varales, dándole vivas, entonando cantos y rezando rosarios hasta el momento tradicional y cumbre de las ONCE DE LA MAÑANA en el que la Junta de Gobierno de la Hermandad Mayor junto con el Clero local y predicador de la Novena, procederán a situarse delante de la Imagen de Nuestra Señora y se comenzará a entonar el canto de las Letanías del Rosario levantándose las Andas con el canto del SANCTA  MARÍA, momento culmen de todos los actos y en el que se dan rienda suelta a todas las emociones contenidas.

Durante el tiempo que transcurre entre que se abren las puertas de la Ermita y se levanta la Virgen tiene lugar la celebración de una Eucaristía cada hora delante de las Andas de la Virgen.

Una vez levantada la Imagen de Nuestra Señora, en olor de multitudes y sorteando no pocas dificultades por lo angosto de las puertas de la Ermita y la multitud que se aglomera dentro de ésta, la Virgen es sacada al exterior para posesionar con Ella hasta la Cruz llamada del Humilladero, desde donde se le presenta al pueblo de Lora, para después volver e iniciar el recorrido alrededor de la Ermita.

Uno de los momentos más emocionantes de la procesión es el cambio, en la explanada que hay delante de la Ermita, de los hombres por las mujeres, relevo que se vuelve a realizar al finalizar la explanada, hasta dar por terminada la procesión con la entrada de la Virgen de nuevo en la Ermita y tras ser colocada en su Capilla.

            Una vez finalizada la procesión da comienzo la celebración de la Función Principal de Instituto de la Hermandad, tras la cual la Virgen será expuesta en Besamanos, prolongándose éste durante varias horas por la enorme cantidad de personas que se acercan para besarla.



            Desde las primeras horas de la tarde del día siete y una vez que la Imagen de la Celestial Señora ha sido vestida por las Camareras, Ésta es colocada en sus andas permaneciendo expuesta en su Capilla para todo aquel que quiera visitarla, celebrándose una Eucaristía a las cinco de la tarde para aquellas personas que por lo avanzado de la edad o por encontrarse impedidas no puedan asistir a la Romería.

            Durante los días del treinta de Agosto al siete de Septiembre celebra la Hermandad Mayor un Solemne Novenario en honor de la Santísima Virgen a las ocho de la tarde con Misa concelebrada y cantada, además durante todos los días de Novena habrá una misa con el rezo de la Novena a las siete de la mañana y otra para los niños a las seis de la tarde, todas ellas abarrotadas de gente, en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Lora del Río. El día siete tras la celebración de la Eucaristía se realiza una Procesión Claustral  con el Santísimo y una vez finalizada, se lleva a cabo la bendición de todos los nacidos en el año y la imposición de Medallas a los nuevos Hermanos.

            Todos los actos de la Romería, cuando la Virgen se encuentra en Lora, se realizan en el pueblo, comenzando la Función Principal a las once de la mañana y realizándose la Procesión por el recorrido tradicional de las calles de nuestro pueblo a las ocho de la tarde.


25 DE MARZO - FESTIVIDAD DE LA ENCARNACIÓN.


            La Hermandad Mayor celebra anualmente una Función el día de la Encarnación del Señor y Anunciación de la Virgen, primitiva Fiesta de la Virgen de Setefilla. La Eucaristía se celebra allí donde estuviese la Imagen  bien en su Santuario o en su  Capilla de la Parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción de Lora del Río,  para honrar el misterio de la Encarnación, titular de la misma.



17 DE MAYO


            Cada diecisiete de mayo, tiene lugar una Función de Acción de Gracias ante la Sagrada Imagen, en conmemoración del favor dispensado al pueblo de Lora del Río, enviando la lluvia que libró a todos del azote del hambre, el 17 Mayo de 1925,  precedida de un Triduo de la misma naturaleza que se celebra siempre en la Iglesia Parroquial de Ntra. Sra. de la Asunción.


PRIMEROS SABADOS DE MES


            Todos los primeros sábados de mes, celebra esta Hermandad Mayor Santa Misa, ofreciéndose bien en petición de gracias para el pueblo de Lora, bien en acción de gracias por los favores recibidos, o en sufragio de algún hermano recientemente fallecido.



VENIDA DE LA SANTISIMA VIRGEN


            Se traerá la Sagrada Imagen de Nuestra Señora, desde su Santuario a la Iglesia Mayor de  Ntra. Sra. de la Asunción de Lora, ordinariamente a los cinco años de haber sido devuelta a su Ermita, y extraordinariamente cuando hubiera una necesidad grande para implorar con ello la intercesión de la Madre del Señor.

            Las celebraciones para la Venida de la Virgen comienzan con la petición por parte del pueblo. Preside la manifestación de petición de la Virgen el Hermano más antiguo de los residentes en Lora , sentado en un sillón y llevado a hombros de los loreños (Acto que se conoce popularmente como la salida del VIEJO), que serán convocados para dicho acto tradicional tocando la campana de la Ermita de Santa Ana, y dirigiéndose a la casa del Cura Párroco de la Asunción y a la del Hermano Mayor, convocando la Junta de Gobierno inmediatamente un Cabildo Extraordinario abierto a todo el pueblo para señalar fecha de inicio de las celebraciones.

            Comienzan dichas celebraciones con sendos Rosarios de hombres y de mujeres (alternándose en el orden de una vez para otra), que a pie salen de la Iglesia de la Asunción a primeras horas de la mañana, por el “Camino de la Virgen”, con destino a la Ermita en la sierra, para regresar al atardecer.


            Días antes de la Venida de la Virgen, es trasladada en Andas la Imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, ligado a la Hermandad desde tiempo inmemorial, hasta el punto de que en la Medalla de Hermano aparece la Imagen de Este en el reverso. Nuestro Padre Jesús es trasladado en medio de un gran fervor popular, desde su Parroquia a la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, permaneciendo en ésta varios días después de la Venida de la Virgen. 

            El día de la Venida de la Sagrada Imagen, a las ocho de la mañana, se levantarán las Andas de la forma tradicional con el canto del Sancta María de las Letanías lauretanas. Una vez llegados a la Cruz del Humilladero, se cubren las Andas para preservarlas del polvo del camino. Por derecho que les viene de tradición inmemorial, lo hacen los descendientes de D. Diego Martínez de la Barrera. Siendo portada por los fieles de Lora, que irán tocados con el típico pañuelo, sin posarse en el suelo durante todo el recorrido y acompañada por continuas salvas de los Escopeteros de Nuestra Señora.

Los fieles, por propia iniciativa, podrán por PUJAS recabar para sí el honor de llevar las Andas de Nuestra Señora por un determinado trecho del Camino. El trayecto de la Puja será el que señale el pujante al ofrecer la limosna, sin que antes de concluirlo pueda pujarla nadie. Este trayecto se procurará que no sea excesivamente largo para que otros fieles disfruten de la devoción de llevar el Paso o de hacer nueva Puja.

            Los miembros de la Junta de Gobierno de la Hermandad cuidarán de que en algunos trechos las Andas sean llevadas por las mujeres, pudiendo estas pujar por los varales.

            Son especialmente emotivas las Pujas al paso de los arroyos Santero, Aguabuena y Helecho. En la mitad del recorrido se encuentra la Cruz de la Legua, donde se le canta a la Virgen una Salve.          

En el paso por el poblado de Setefilla, al llegar delante de la puerta principal de su Iglesia Parroquial, se descubrirá el velo anterior de las Andas y se detendrá la Procesión por el tiempo del canto de la Salve.



Los fieles continuarán con la Señora, sin más preferencia sobre la vez que la Puja, hasta llegar a la Cruz de San José, en las afueras de la Villa, donde se descubrirán las Andas por las mismas personas. Comenzando el recorrido por las calles de la Villa engalanadas con guirnaldas de flores y arcos confeccionados por los vecinos con romero y otras flores y plantas autóctonas de nuestra sierra,  continuando hasta la Cruz de la Higuerilla de Caganche, al sitio del Albadalejo, que marca el comienzo del Camino de la Virgen hacia el Santuario, donde se encargarán de llevarla los Hermanos hasta llegar delante de la que fue Ermita de Santa Ana. Aquí, observando una costumbre inmemorial, se detendrá brevemente la Sagrada Imagen por el tiempo del canto de una Salve.

A continuación se encargarán los fieles de Lora de llevar la Sagrada Imagen hasta el Convento de la Limpia Concepción, en cuyo Templo hará entrada Nuestra Señora para recibir la salutación de toda la Comunidad de este Monasterio de Madres Mercedarias Calzadas.

Seguirá Nuestra Amantísima Patrona llevada por los fieles de Lora hasta la entrada a la Plaza del Ayuntamiento en la que las Andas serán tomadas por el Clero. Y pasada la media noche la Virgen hará su entrada triunfal en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción para ser depositada en su Capilla.

 

IDA DE LA SANTISIMA VIRGEN


            La Junta de Gobierno de la Hermandad Mayor procurará que, a menos que ocurran gravísimos motivos, no se prolongue más de dos años la estancia de la Señora en la Villa.

            Los Actos comienzan con las celebraciones de los distintos Gremios, los cuales organizan pregones a la antigua usanza y Funciones de despedida. Dichos Pregones se celebran por las calles de la población, encabezándolos numerosas caballerías acompañando a los pregoneros y seguidos de carrozas bellamente engalanadas en las cuales van  la Junta de Gobierno, Gremios, Asociaciones y otros grupos. Con motivo de la Función cada Gremio realiza un VITOR conmemorativo que en fechas posteriores es trasladado al Santuario donde será colocado junto con otros de los años anteriores.

            Los Gremios nacen en siglos anteriores, en los que predominaba una relación respetuosa y distante entre los varios grupos sociales, el pertenecer a la antigua Cofradía de Nuestra Señora de la Encarnación de Setefilla era un derecho reservado sólo a unos pocos. Nuestra Hermandad estaba constituida exclusivamente por individuos del estrato social alto: nobles, hidalgos y personas de elevada condición. Esta realidad chocaba con el hecho de que, entronizada la Virgen en todos los corazones de las gentes de Lora, todos eran a emplearse en su servicio. De ahí que la vinculación entre el Gremio, es decir, el Oficio organizado y reglamentado, cuya finalidad explícita era económica y social y el Culto Setefillano fuese un fenómeno lógico y natural, nacido de la fidelidad y cariño a la Virgen por los estamentos populares excluidos de la Hermandad. Con el tiempo los Gremios, en el aspecto del Culto a la Señora, se convirtieron, más que en realidad, en algo que subsiste como tradición. Pero los Gremios tienen tan limpia historia y han dado tal ejemplo durante siglos, que hacemos bien en Lora procurando que subsista esta curiosa y noble institución.



Actualmente los Gremios son de Agricultores o del Campo, Artesanos o Menestrales-Comerciantes-Industriales y Empleados y el de la Juventud (antiguamente de las Doncellas).

            Cada siete de Septiembre, cuando se encuentra la Imagen en la Villa, se inicia en la antigua Ermita de Santa Ana el Rosario de medianoche y termina en la Iglesia Mayor de la Asunción con el canto de la Salve. Es esta la salutación que Lora hace a su Patrona al comenzar el día de su Festividad.
            Extraordinariamente, y muy rara vez, estando la Señora entre nosotros, podrá sacarse en Procesión de Rogativas hasta las afueras de la Villa, sólo si alguna necesidad apremiante asolara y amenazara de calamidad a la población.
           
La noche anterior y la madrugada de la Ida de Nuestra Señora al Santuario, por costumbre inmemorial, permanece abierta la puerta de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, para que todo aquel que lo desee pueda rezar y velar a la Señora en las últimas horas de estar entre nosotros. La Junta de Gobierno nombrará entre los Hermanos los turnos de vela correspondientes.

            La vuelta de la Virgen Santísima a su Santuario se hace según las normas establecidas para su traída, con excepción de lo relativo a las Pujas que no se hacen al volver.

Casa Hermandad.

            Más conocida como Casa de la Virgen, en ella se encuentra instalado un MUSEO de forma permanente en el que se da a conocer a todos los que lo visitan, tanto los enseres del culto a Setefilla, como todo tipo de información manuscrita y fotográfica. Aunque dicha casa por si sola esto ella un museo, por las características arquitectónicas, ya que es una Casa Palacio del siglo XVIII, antigua casa de las columnas.
            Esta Casa y Museo es visitada durante todo el año por numerosos grupos de excursiones llegados de todos los puntos de nuestra geografía.


Santuario de Setefilla.

            Se encuentra enclavado en la Sierra (a  12 km de Lora del Río), próximo al recinto amurallado que sirvió de centro a una serie de núcleos de población hoy desaparecidos.
           

            Documentado en el siglo XIII (1280), es más bien un edificio mudéjar del siglo XV al que se efectuaron importantes reformas y ampliaciones en época barroca. Una de las intervenciones de mayor envergadura tuvo lugar en 1709, tras su derribo por un huracán.

            El templo posee tres naves separadas por pilares y cubiertas con estructura de madera. La capilla mayor tiene un tramo cubierto con cúpula sobre pechinas y otro con bóveda de cañón con lunetos. El altar mayor data de 1730 aproximadamente.

            Este Santuario es visitado diariamente por numerosos fieles y devotos de Ntra. Sra. de Setefilla, como por grupos de excursiones llegadas de todos los puntos de nuestra geografía.